POR José Inés Figueroa Vitela
Dicen que las zarigüeyas, mejor conocidas entre la raza como tlacuaches, cuando se sienten atacadas de muerte, fingen su fenecimiento en grado estoico, hasta que se distrae su atacante y es entonces cuando se ponen en pié y pegan la carrera para escabullirse.
Bueno, no dicen, me consta: alguna ocasión en este mismo espacio les compartí la anécdota de mi infancia, cuando don Pancho, el vecino, le disparó a uno de esos animalitos que estaba sobre un árbol, hasta que cayó; tendido en el suelo, todavía le metió unos piquetes con el cañón de su rifle, sin que “la presa” diera signos de supervivencia; unos minutos después, cuando los presentes reanudaban su charla, en efecto, el tlacuache huyó entre las piernas a toda velocidad, sin que volviéramos a saber de él.
Yo lo ví; nadie me lo contó.
Otros tlacuaches, o zarigüeyas, he conocido a lo largo de la vida que el supremo me ha concedido, hasta este sexto piso en el que debuto.
Los rescoldos del pasado sexenio, incrustados en los entes jurisdiccionales, desde antes que se fuera su patrón, empezaron a ofrecerse al nuevo orden, declarando lealtades y disposiciones a este, pero con evidentes muestras de extendidas raíces en lo contrario.
“Iniciando el sexenio renuncio; encarrilándose esto les entrego; yo mismo se los voy a empapelar; es el vecino el que se está haciendo; aquí se hace solo lo que usted mande; si quieren me voy, pero se les va a descomponer el cuadro”.
Cada que vieron venir la guadaña, los polvos de aquellos lodos se tiraron cual tlacuaches al suelo y cada que se dio una distracción, se volvieron a parar y corrieron”.
Ayer se corrió la voz sobre la renuncia de DAVID CERDA ZÚÑIGA a la Presidencia del Supremo Tribunal de Justicia del Estado y del Consejo de la Judicatura; o sea, a la titularidad del Poder Judicial del Estado.
“Va a seguir cobrando y despachando como Magistrado, pero ya no como Presidente”, decían tales versiones.
Acompañadas de ella, pronto se dejó correr la especie de que por un lado se pretendía “heredar” la Presidencia a HERNÁN DE LA GARZA TAMEZ y por el otro, había un movimiento para que fuera OMHEIRA LÓPEZ REYNA o GLORIA GARZA quienes asumiran la primer magistratura.
“Ellas ya no van a reelegirse y solo quieren hacerle justicia a los trabajadores y él va a continuar con el rechazo a las aspiraciones laborales de los empleados” eran las justificantes de un pretendido adelantado proceso democrático.
De origen y destino, sin embargo, HERNÁN es el menos cabecista del grupo y lo otros tres -el que deja la presidencia pero ahora quiere ser Magistrado Fedeal y las que no se inscribirán a la reelección porque no hay quien vote por ellas-, todas sus luces se la deben al prófugo.
De pié o tirados, en cualquier rato pegan la carrera.
El aventajado proceso derivado de la reforma judicial en Tamaulipas ayer tuvo dos episodios.
En los círculos universitarios “uateños”, los integrantes de los tres Comités de Evaluación dictaron conferencia de prensa, en franca promosión para invitar a los integrantes del foro a que se inscriban candidatos para juces o magistrados.
En México capital, una buena parte de los integrantes de la legislatura local visitaron el Senado, se reunieron con sus liderazgos y con la fiel representante de Tamaulipas en el Pacto Federal, la Senadora OLGA PATRICIA SOSA RUIZ
Un mensaje de unidad, trabajo, coordinación, convicciones y esfuerzos compartidos fue el que llevó y encontró el diputado Presidente HUMBERTO PRIETO HERRERA con sus compañeros de legislatura.
Igual se trajeron el reconocimiento de la Cámara Alta por los niveles de vanguardia que han alcanzado, ubicándose entre los primeros a nivel nacional en acompañar las reformas constitucionales que se han dado en el Congreso de la Unión y particularmente en la reforma judicial, los primeros en aterrizarla para renovar democráticamente de manera total el Poder Judicial del Estado.
Siempre, a partir de la promosión del Gobernador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA a quien fueron extensivas las felicitaciones y reconocimientos.
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